La palabra sefirot se refería originariamente a las esferas o regiones divinas. El termino fue tomado del “Libro de la Creación” o Sefer Yetsirá. Posteriormente tendrá el significado de emanaciones., al menos así es en el Sefer ha Zohar o "Libro del Esplendor", atribuido a Moshé de León. Según se supone, a partir del Zohar, de Ein sof or, o la luz infinita que rodeaba el vacío, emanó un rayo luminoso desde la periferia hacia el centro. Tal rayo de voluntad divina (kav), tal fuerza creadora de Dios, se manifestó en diez diferentes aspectos:
Keter. La corona suprema de Dios.
Jojmah. La sabiduría o idea primordial de Dios.
Binah. La inteligencia divina.
Hésed. El amor o la misericordia de Dios.
Gevurah o Din. La fuerza o el poder de Dios manifestado principalmente como el poder juzgar y castigar severamente.
Tiferet. Belleza. También, de hecho la mayor de las veces, llamada Rajamin o compasión. La compasión de Dios, en la que recae la tarea de mediar entre las dos sefirot precedentes.
Netzah. La paciencia infinita de Dios.
Hod. La majestad de Dios.
Yesod. La base o fundamento de todas la fuerzas activas de Dios.
Maljut. El reinado de Dios, descrito generalmente en el Zohar como el Kenéset Israel, el arquetipo místico de la Comunidad de Israel o como la Shejinah.
Este proceso de emanación de la energía y de la luz divina puede considerarse, también, como un proceso en que se despliega el lenguaje divino. Las sefirot nos son esferas secundarias o intermediarias que se interponen entre Dios y el universo. No son como, digamos, las “etapas intermedias” de los neoplatónicos, situadas entre el Uno Absoluto y el mundo de los sentidos. Son más bien las fases diversas de la manifestación de la Divinidad que proceden unas de otras y se suceden unas a otras. La suma total de las manifestaciones divinas constituye una estructura simbólica muy compleja, en la que casi cada palabra de la Biblia corresponde a una de las sefirot. Esta correspondencia permite basar la interpretación cabalística de la Biblia en la afirmación de que cada versículo no sólo describe un hecho natural o histórico sino que, además, es un símbolo de una etapa del proceso divino, un impulso de la vida divina. Keter representaría el lado masculino de Dios. Maljut, el lado femenino. Aquí un aspecto erótico cabalístico. Las relaciones entre las sefirot están gobernadas por tres principios divinos no manifiestos o esplendores ocultos que son: la Voluntad Primordial, la Misericordia y el Rigor o Justicia. La Voluntad mantiene el equilibrio, la Misericordia expande y el Rigor constriñe el fluir de la emanación divina.
El aleph impronunciable representa el infinito significado del mundo divino. Representa las emanaciones lingüísticas, las que se refieren en sentido estricto a la Torá. Si Keter y Maljut son dos opuestos complementarios, principio y fin, en la corriente del círculo, entonces podemos decir que ambas sefirot se desprenden de una sola emanación (ein sof or). Aleph sería entonces la infinita posibilidad del mundo divino, la infinita posibilidad de Dios en el universo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario